1.-Conócete a ti mismo y analiza tus virtudes.
Debes conocerte a ti mismo. Para ello es importante que analices cuáles son tus cualidades positivas y cuáles las negativas.
Un ejercicio recomendable es escribir cuáles crees que son tus virtudes y defectos en un papel. ¡No desesperes y date tiempo!
2.-¡Fuera los pensamientos negativos!
Tú mismo puedes ser tu peor enemigo al exigirte en exceso. A veces puedes caer en la trampa de la auto crítica excesiva en momentos en los que no has conseguido algo que te has propuesto.
Puedes tener a utilizar generalizaciones del tipo "siempre" y "nunca" lo cual merma la propia autoestima.
Una manera de ir cambiando estos pensamientos para que no sean tan dañinos es utilizar una pequeña libreta donde puedas apuntarlos y modificarlos por otros más positivos. De esta manera, irás automatizando poco a poco este cambio hasta que seas capaz de hacerlo sin necesidad de libreta.
Un ejemplo: "No valgo para nada, todo lo hago mal". Puedes modificarlo por: "Sé hacer muchas cosas, pero hay otras que me cuestan más y es cierto que puedo hacer cosas mal, pero no todas".
3.-Mejora tu inteligencia emocional.
Por último, hay que destacar la importancia que tiene la
inteligencia emocional en la autoestima. Para mejorarla es necesario conocer las emociones y conductas derivadas de las mismas y valorar si estas son adaptativas o no. Identificar tus sentimientos y conocer el momento en el que se producen es fundamental.
4.-Muestra tus emociones sin herir a los demás.
La asertividad es importante ejercitarla y trabajarla pues te permitirá comunicarte de una manera más fluida, respetando los derechos de los otros y los propios. Básicamente es transmitir lo que quieres y cómo lo quieres sin herir los sentimientos o emociones de los demás.
5.-¿Quieres más información?
Si quieres más información, consulta la categoría de
Salud. En la subcategoría de
Psicología encontrarás otros vídeos relacionados que pueden servirte de ayuda. No te pierdas los siguientes:
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